El ingrediente secreto es…
Hay situaciones que ponen a la pat/maternidad a chambear hora extras. Por ejemplo, la semana pasada platicando con una amiga me decía que su hija que sacaba excelentes notas cuando iba a la escuela, hoy con las clases en línea por la pandemia tiene ya 5 materias reprobadas, que está super castigada y que se pelean todo el tiempo.
Ayer estaba en casa de otra amiga y me contaba que su hijo de 10 años llora de desesperación de tomar clases de esa manera, ademas tiene deficit de atención y le cuesta todavía el doble de trabajo entender lo que explican en línea.
Y puedo seguir contándoles de mis hijos y de los de cada una de mis amigas, ya que aunque se hace un gran esfuerzo por desarrollar lo más normal las clases en línea, cada niño y joven está viviendo los sucesos de maneras muy diferentes, también cada uno tiene su historia para lidiar con este cambio en su rutina.
El punto focal es que los papás/mamás, pese a cualquier situación, seguimos clavados en el “Deber ser” y muy pocas veces nos planteamos otras opciones más allá de lo que nos dicta la sociedad y/o la cultura de la que somos parte.
En especial me ha llamado mucho la atención que todos los papás/mamás con los que he platicado mencionan la paciencia como el gran ingrediente secreto para poder llevar las clases en casa, sin embargo va mucho más allá. Vamos a revisar diferentes aspectos que nos hacen trastabillar como papás/mamás.
Quiero hacer una pausa antes de seguir con el tema. Les pido que pongan especial atención cuando lean cada idea que vamos a platicar, observen 👀 qué emoción o sentimiento tienen y cuál es el pensamiento que les llega a la cabeza. De hecho les super recomiendo que lo anoten, dejen pasar un día y lean lo que escribieron. Esto les va a servir para darse cuenta desde dónde están llevando su paternidad/maternidad, y es el comienzo de cambiar lo que no les gusta y lo que no les funciona.
Dicho esto, regresamos al tema y vamos a ver los 4 aspectos:
Aspecto 1: Separación
Habíamos explicado un poco en el articulo del Ser sobre la separación y más a profundidad en el articulo La separación precisamente, si no los has visto te recomiendo que los leas para entender mejor lo que platicamos aquí.
Cada Ser es único en la historia de la humanidad, con los niños no es la excepción, y lo menciono ya que cuando somos adultos, tengamos hijos o no, creemos que los niños son de otra especie jajaja ¡de verdad! Sentimos que son diferentes y ajenos. A la mayoría se nos olvida por completo cuando crecemos lo que es ser niño y/o adolescente, no importa si fue una gran infancia o una muy triste, si fue una adolescencia complicada o muy sutil, esa parte de nuestra vida la borramos, no recordamos nuestro sentir y pensamientos, lo que nos agobiaba y lo que nos era sumamente importante.
Esto sucede porque vivimos divididos de 2 maneras:
1. La primera es una separación con nuestro yo histórico. Pareciera que estamos fraccionados, es decir un pedazo fue bebé, otro fue niño, otro es adulto, otro es mamá, otro a veces es hijo. No vemos ni sentimos como un todo que nos ha construido a lo largo del tiempo, un todo que ha construido nuestra historia que nos da sabiduría y visión. O sea pareciera que lo que fue ya no existe, como si haber sido niño desapareció. Aplicamos la de Thalia, 🎶 “Si no me acuerdo no pasó” jajaja
2. La segunda es una separación de los lazos con nuestra hija, en la que aún siendo nuestro hijo, aún cuando no lo es biológicamente, con el hecho de que seamos sus padres o cuidadores, hay una conexión más allá del nombre de papá o mamá, la cual nos crea un vínculo que facilita nuestra comunicación y entendimiento, sin embargo cuando estamos molestos o cansados, que hoy es muy común que vivamos cansados, estresados, angustiados y/o enfermos, ese vinculo elegimos ignorarlo.
Esto causa que veamos a la niña o al joven frente a nosotros como un Ser distanciado, que no me entiende, que me pertenece pero que no hace lo que yo quiero y bajo esas primicias le hablamos, la regañamos, le solicitamos que haga ciertas actividades, lo educamos, la alimentamos… (suspiro) Wow.
Vamos a analizar por partes esto que acabamos de decir:
a) Lo vemos como un Ser distanciado: Es porque hacemos a un lado el vinculo y la historia, lo que ya habíamos planteado.
b) No nos entiende: Empecemos por cambiar responsabilidades, el adulto somos nosotros, debemos buscar la manera de entenderlo y comunicarle lo que nosotros queremos hacerle saber. Esta parte de hacer el esfuerzo por entender a la niña o al chavo muy pocas veces lo he visto en escena, una manera super sencilla de practicarlo es que antes de cualquier cosa PREGUNTEMOS.
Voy a poner ejemplo porque esta parte es super importante:
Legas a tu casa y ves en el suelo un florero roto…
Lo que hacemos: vas a su recámara abres la puerta y le regañas diciendo que además de romper algo ni lo recogió, que no es posible su actitud.
Cámbiarlo por: ir a su recámara, saludar y preguntar ¿Cómo se rompió el jarrón?
En ésta pregunta no se le acusa de nada, no hay sentimiento ni emoción, y es específica.
¿Por qué preguntar? porque no debemos asumir nada y la razón más importante porque no sabes qué hay detrás del suceso. Puede ser que simplemente entró corriendo, le pegó, lo rompió y se le olvidó recogerlo. La otra opción es que pasó algo y él se siente sumamente molesto y se desquitó con el jarrón, y si tu sólo lo regañas no vas a enterarte de nada porque no te va a contar, si preguntas sin acusaciones es mucho más probable que puedan tener una conversación.
Si te contesta que se le cayó y hasta pide una disculpa, pero lo ves enojado, puedes hacer más preguntas.
Es más importante hacer las preguntas correctas que obtener las respuestas correctas (O sea las que TU quieres escuchar). No preguntes: ¿Estas enojado? ¿Te fue mal en la escuela? Es obvio que está enojada y en la segunda pregunta asumes que fue en la escuela, y tal vez no fue ahí.
Hay que mostrarles que tienen un espacio seguro contigo. Evita la lucha, no se llega a ningún punto y menos con un adolescente, muéstrale una perspectiva diferente y siempre ten una conversación respetuosa de 2 vías.
SUGERENCIA: ábrete con tus hijos con humildad. Puedes decirle algo como: “¿Sabes?, hoy tuve un día extraño porque me sentí… y me pasó…. ¿Tú qué tal? ¿Tu día estuvo peor o mejor que el mío?
c) Que nos pertenece pero que no hace lo que YO quiero: Los hijos son Seres con vínculos especiales con los padres, sin embargo no es tu extensión y menos de tu propiedad. Decimos MI hija como MI coche o MI casa, sin embargo los hijos son personas que nos da la vida en préstamo para gozarlos, para enseñarles y para aprender de ellos.
Como los hijos no son nuestra extensión, ni son nuestros mini-me, pues no piensan ni razonan igual que nosotros, generalmente no van a hacer lo que nosotros queramos.
Este tema es mucho mas largo que éste párrafo, haremos un articulo más adelante, sin embargo que nos quede claro que los hijos son seres con necesidades emocionales que requieren ser vistas y escuchadas por los padres o cuidadores, y que nuestra tarea no es arreglarlos o moldearlos de la manera en que nuestra cultura o la tendencia dicta, nuestra misión es guiarlos. Trata al niño como un ser libre y soberano.

Aspecto 2: Miedo
Este aspecto nos aplasta y nos frena más de lo que imaginamos
Desde el momento que ese Ser aparece en nuestras vidas nos llenamos de emoción y al mismo tiempo de temor. ¿Temor a qué? ¡A todo! 😱
Constantemente actuamos con nuestros hijos basados en el miedo, nos asustan cosas como el qué dirán, lo que voy a sentir, lo que él o ella van a sentir, equivocarme porque no me puedo verme mal frente a mi hija, que se equivoque y entonces qué voy a hacer, y mas.
Todo relacionado con MIS miedos. Como adultos tenemos muchos asuntos que nos dan culpa y vergüenza, y como humanos evitamos el dolor y buscamos acercarnos al placer. Nuestros hijos aunque tienen sus puntos de vista y argumentos desde muy pequeños, confían en nosotros, siempre y a cualquier edad busquemos conversar y mostrarles los pros y los contras de las acciones, esto los hace construirse como adultos independientes y emocionalmente sanos.
Entiendo que no todo podemos preguntarles, hay decisiones que nosotros debemos tomar considerando ciertos aspectos. Sin embargo debemos basarnos en su beneficio, no en nuestro beneficio o nuestra comodidad.
Debemos conversar y convivir con ellos para saber quienes son, qué les gusta, qué les preocupa, qué temen. Nunca negar, cuestionar o eliminar sus sentimientos y opiniones.
Cuando los papás nos apanicamos tenemos muy malas reacciones, eso confunde e invalida a nuestros hijos a cualquier edad, desde que son bebés.
Sea cual sea nuestra situación, es decir si eres papá soltero, si eres abuela que la hace de mamá, si educas y cuidas a tus sobrinos el chiste es que hagamos las cosas para ellos no para nosotros, cuidemos que ella se sienta feliz, no que nos veamos bien con las amigas, chequemos que él esté confiado de quien es, no que nos sintamos conformes por cumplir las costumbres o reglas familiares, hagamos que ellos se sientan vistos y escuchados, no que nosotros nos sintamos cómodos.
Un amigo diría: “Dale, sin miedo al éxito” Yo le completaría “…sin miedo al éxito o al tropezón”, ya que si actuamos en función del mayor beneficio PARA los hijos, realmente con honestidad y humildad, y aún así sale mal, el valor del mayor esfuerzo también se aprecia.