¿Cómo se ve la Bondad?
Después de 20 años de estar juntos mi esposo y yo, apenas el martes pasado (18 agosto 2020) me di cuenta que es un hombre muy bondadoso. Explico: conocí a Luis Carlos en el año de 1998, (lo escribí con voz de viejito 👵 en mi cabeza jajaja) y me voló el cerebro cuando me di cuenta y vi lo ciegos e inconscientes que somos cuando vivimos una relación de cualquier tipo, ya sea con papás, con hijos, con pareja, con amigos o con socios… ¿Saben porque? – música de suspenso…
Porque no tenemos los conceptos definidos. Aquí es cuando nos detenemos, volvemos a leer y pensamos “¿Qué tiene que ver y de qué conceptos hablamos?” Bueno, ahí les va:
¿Qué tal tener nuestro propio diccionario? Es decir, que tengamos escrito en nuestras palabras la definición de diferentes conceptos. Como las empresas que definen sus valores y lo ponen en un letrero grande en la entrada de la oficina, para que todos los que trabajan ahí o los visitan conozcan bajo qué ideología trabaja esa empresa. Bueno, ¿y porque no lo hacemos con nosotros mismos? – este tema completo está en el artículo Las Palabras
Vamos a ponerlo mas claro porque tenemos cara de “¿Neta?”
La definición en diccionario de la palabra Bondad dice: «Es la tendencia natural de hacer el bien». Ok lo leí y pensé ¿Eso cómo lo llevo a mi pensamiento, sentimiento y acción de todos los días?, vamos a ver ejemplos:
Ejemplo en una familia:
* Preparo la cena o pregunto cómo puedo ayudar cuando alguien más la está preparando.
* Si hace falta algo en la mesa me levanto y lo traigo.
* Le sirvo primero el agua al otro.
* Recojo la mesa al terminar de comer.
Ejemplo en una pareja:
* Llamo antes de salir de la oficina y pregunto si se necesita comprar algo y lo llevo a casa
* Le hago masaje en los pies sin que el otro lo pida
* Le preparo café o una bebida
* Dejo los zapatos llenos de lodo donde no ensucien
Al leerlo pensamos: “¡Pues todo eso hago!” 🤷
Siiiii pero eso es sólo la acción, el tema es que mientras lo hacemos estamos pensando:
– Le voy a preguntar si quiere algo para que no se moleste o peor no ME moleste
– Le voy a hacer masaje para que me haga de regreso
– Le preparo la bebida para ver si… aquí por mas que busco algo que no suene naco o cursi y que suene real no me sale, así que va como va, pensamos: Le preparo la bebida para ver si afloja al rato y echamos pasión jajaja
Con los hijos la cosa se pone buena porque decimos “¡Uuuy! yo soy suuuper bueno con mis hijos todo les doy, todo hago por ellos”. Vamos a probar con esto:
+ Un martes en la tarde juego con el o ella a lo que el/ella quiere, no lo que a mi me gusta o lo que le quiero enseñar
+ Le pregunto qué sucedió antes de regañarlo
+ Comparto una actividad regularmente que el o ella disfruta
+ Permito que hable y escucho atentamente (sin los ojos en el celular)
Leamos con detenimiento los ejemplos, hablan de acciones simples que un esposo, una hija, un amigo o una mamá puede hacer, sin embargo cuando las realizamos nuestro pensamiento y sentimiento no está en sintonía con la bondad. De hecho, mientras preparamos su café estamos pensando en que dejó toda la cocina sucia (claro, esto no es bondadoso de su parte pero estamos hablando de nosotros, no de la otra persona) y mientas le ponemos azúcar al café sentimos el hoyo en el estómago porque nos caga limpiar la cocina. Pues la mala noticia es que la “buena acción del día” preparándole el café refunfuñando y con el estomago encogido ya no es buena… ¿buena para quién? Ni para nosotros ni para nadie, o sea mejor ni hagamos el café.
💡 ¡¡¡OK!!! ya entendimos, ¿y ahora qué?
Ahora ve ésta escena en tu cabeza: entras a la cocina y quien preparó la cena dejó todo sucio, sin embargo tu objetivo de ese momento es preparar un delicioso café para la otra persona, así que pones a calentar el café y mientras, sacas la taza que más le gusta, le pones el azúcar y la leche en la cantidad exacta que sabes que queda rico, hasta le pones una pizca de canela y viertes el café en la taza, lo hueles y piensas que le va a encantar y sientes una sensación de bienestar y hasta suspiras… ¡Ya te vi la caraaaaa! Sonreíste, ¡Ese es el punto!
Etiquetas
Bueno ya captamos por completo la idea. Sólo quiero hacer una aclaración, vamos a tener mucho cuidado y evitar por completo algo que hacemos con total naturalidad, ETIQUETAR y lo pongo en mayúscula porque así nos auto-etiquetamos y así etiquetamos a los demás con letras grandes y bien marcadas, con características de todo tipo, con las que creemos que favorecen y con las que insultan, y si se fijan no dije etiquetas buenas y malas, por la misma razón. Quiero recalcar que no digamos es un BUEN esposo (mayúscula de etiqueta) o es una BUENA niña, y mucho menos se lo digamos a nuestros hijos, – checa el post de ¿Soy buen niño o mala niña? para que revises a fondo el concepto –
OJO Las etiquetas son una manera de echar a perder todo esto de lo que hablamos, ya que no nos permiten hacer una definición de nuestros conceptos, ya que los ponemos de entrada en cajitas, es decir tenemos sólo dos cajas una de BUENO y otra de MALO y revisamos los conceptos sólo para acomodarlos en alguna de esas cajas.
Todo esto de los conceptos va más allá, tus conceptos deben hacerte sentir congruente contigo mismo, debes sentirte en paz, ya que lo que haces, dices y sientes resuena dentro de ti.
MI DEFINICIÓN de bondad es acción, pensamiento y emoción que una persona tiene hacia sí misma, hacia otro ser y hacia el mundo en el que vive, siendo benigna sin ningún tipo de interés personal.
RESUMIENDO:
1. Buscar el bienestar de otro te regala estar bien contigo: Haz el bien sin mirar a quien
2. Ser bondadoso es totalmente lo contrario a ser boba: El mayor símbolo de superioridad es la bondad
3. Cuando pienses ponerle una etiqueta a alguien revisa qué es lo que checa contigo, es decir, si te brinca tanto como para ponerle una etiqueta es porque tiene que ver directamente contigo: Lo que te choca te checa